¿Alguna vez se ha comido usted una rana? Pues aunque no se imagine en esa situación, sepa que en Junín una extraña rana gigante se ha vuelto uno de los animales más codiciados por todos, casi un tesoro.

Los restaurantes la quieren tener en su carta y los cazadores anhelan una de ellas en su colección. Todo esto sumado a las incidencias del cambio climático, han puesto a este peculiar animal en peligro de desaparecer.

Sin embargo, un grupo de científicos ya ha salido a su rescate. Ellos están empeñados en poblar nuevamente la región de estos peculiares anfibios y hasta el momento han obtenido buenos resultados. ¿Podrán salvar realmente a esta súper rana de la sierra peruana?

En la sierra central del Perú se encuentra la "batrachophrynus macrostomus", nombre científico de la "rana gigante de Junín", un extraño anfibio que puede medir hasta 70 centímetros de largo y pesar dos kilos, y que tal como lo indica su nombre se encuentra en la pampa de Junín.

Esta inusual rana contiene un alto valor nutricional y es uno de los alimentos tradicionales entre los pobladores. En las últimas décadas debido a la demanda, la cantidad de estos animales disminuyó considerablemente. Es así que a finales de los noventas, pasó a incluir la lista roja de especies amenazadas internacionalmente.

Fue entonces que las autoridades decidieron pedir ayuda a un grupo de científicos para que puedan poblar nuevamente de ranas gigantes el lago Chinchaycocha. Y es así que desde entonces a más de 4 mil metros de altitud, esta súper-rana ha encontrado por fin las condiciones para reproducirse por “miles y miles”, tal como lo comenta el biólogo César García Rondinel, responsable del proyecto. Aunque claro, conseguirlo no fue nada fácil.

A finales del 2008, los expertos tenían la difícil misión de encontrar a este extraño animal. Ya desde el comienzo de su búsqueda tenían motivos para desanimarse. “Los pobladores decían que ya no existían”, comenta el biólogo.

Pero eso no fue todo. Los científicos sabían que ya en el 2006 un proyecto idéntico salió en su búsqueda sin lograr resultados. Con todo el viento en contra, siguieron buscando hasta que por fin encontraron a la codiciada rana en cinco zonas del lago.

A partir de ese momento comenzó el arduo trabajo para el proyecto. Trasladaron a algunos de estos ejemplares a los centros de rescate, ubicados a orillas del lago, donde dos técnicos están pendientes de su cuidado, mientras que dos biólogos supervisan su crecimiento. Estos centros están en manos del Servicio Natural de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente peruano.

Los renacuajos, que se crían en pozas diseñadas a su medio silvestre, se mudan a medida que van creciendo. García comenta que el año pasado se obtuvo un total de 2 mil renacuajos que dentro de un par de años serán liberados a su entorno natural.

Pero esta tarea no sólo les compete a los expertos. La población también ha participado en la tarea de rescatar a la rana gigante. Ellos patrullan por las cinco zonas de su hábitat protegiendo el entorno natural y ahuyentando a quienes quieran capturarla.

Es así que gracias a la campaña de sensibilización a las comunidades locales y la perseverancia de los expertos científicos, que la rana gigante de seguro podrá poblar nuevamente la sierra central del Perú, aunque, esto dependerá también del apoyo financiero de las instituciones públicas que confíen en el proyecto.

Fuente: EFE.